From our point of view, collective self-consumption is the key to achieving the energy transition towards a sustainable city model. Since it allows multiple users such as a community of neighbours in a building, to take advantage of the same installation. According to article 17 of Law 49/1960 on horizontal property, it is only necessary that a third of the residents vote in favour for the project to go ahead.
The main objective is to establish a coefficient distribution for each consumer. The total sum of these coefficients must equal 100%, which means that all the energy produced by the collective self-consumption installation is distributed. A meter that measures the energy generated is placed in the photovoltaic system, at the end of the month the total amount produced is distributed among the participants in correspondence with their respective coefficients. This distribution is analysed hourly, that means the distribution is analysed each hour of each day of the month.
Three residents in Cartagena have a collective self-consumption facility connected to the interior grid of the building. The plant has a nominal 6 kW power, generating 5 kWh of energy at 12 AM on a sunny day in March. Installation’s meter measures the energy produced and passes it to the General Power Line (LGA), which belongs to the community. The neighbours have decided to establish the distribution coefficients as follows:
Energy to be billed = (Energy consumed) – (Energy produced by the installation) * β
These values that the distributor collects – since it is the owner of the meters – send them to the electricity providers of each client so that they can invoiced.
It should be noted that the electricity produced by the installation is injected, as we have mentioned, into the General Power Line. This electricity is mixed with that of which is supplied and is distributed among all the residents of the building, even if the only ones who see it reflected in their bills are the neighbours who participate in the collective self-consumption system. This is because electricity cannot be directed and is displaced by the laws of physics. Still, it is 100% authentic renewable electricity, which «cleans» the electricity used from conventional sources (coal, cogeneration, nuclear …).
Our company are specialist in these types of installation, having carried out the first community installation in the city of Cartagena in February of this year. If you are interested in our services, do not hesitate to contact us for more information!
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Desde nuestro punto de vista, el autoconsumo colectivo es la clave para conseguir la transición energética hacia un modelo de ciudad sostenible. Ya que permite que varios usuarios, como puede ser una comunidad de vecinos de un edificio, pueda aprovecharse de una misma instalación. Según el artículo 17 de la Ley 49/1960 sobre propiedad horizontal, sólo es necesario que un tercio de los vecinos vote a favor para que se lleve a cabo el proyecto.
El funcionamiento básico consiste en establecer un coeficiente de reparto para cada consumidor. La suma total de estos coeficientes debe ser igual al 100%, lo que significa que se reparte toda la energía que produce la instalación de autoconsumo colectivo. En la planta fotovoltaica se coloca un contador que mide la energía generada y, a final de mes, se hace el reparto del total producido entre los participantes con sus respectivos coeficientes. Este reparto se analiza de forma horaria, es decir, que se analiza el reparto en cada hora de cada día del mes.
Tres vecinos del Ensanche en Cartagena poseen una instalación de autoconsumo colectivo conectado a red de interior. La planta cuenta con una potencia de 6 kW nominales, que generan 5 kWh de energía a las 12 AM de un día soleado en marzo. El contador de la instalación mide la energía producida y pasa a la Línea General de Alimentación (LGA), que pertenece a la comunidad. Los vecinos han decidido establecer los coeficientes de reparto de la siguiente manera:
Vamos a analizar el consumo de cada vecino a esa hora:
Energía a facturar = (Energía consumida) – (Energía producida por la instalación) * β
Estos valores que recoge la distribuidora -ya que es la propietaria de los contadores- los envía a la comercializadora de cada cliente para que realicen la facturación.
Como se puede observar, es un juego de contadores y números que miden las distribuidoras y comercializadoras. Operaciones sencillas que son posibles gracias a los nuevos contadores inteligentes de telegestión, por eso no eran viables hace unos años.
Cabe destacar que la electricidad producida por la instalación se inyecta, como hemos comentado, a la Línea General de Alimentación. Esa electricidad se mezcla con la del suministro y se distribuye entre todos los vecinos del edificio, aunque los que la vean reflejada en su factura sean los vecinos participantes del autoconsumo colectivo. Esto es así porque la electricidad no se puede dirigir y se desplaza por las leyes de la física. Aún así, se trata de electricidad 100% renovable auténtica, que «limpia» la que se utiliza de fuentes convencionales (carbón, cogeneración, nuclear… ).
Nuestra empresa es especialista en este tipo de instalaciones, habiendo realizado la primera instalación comunitaria en la ciudad de Cartagena en febrero de este año. Si te interesan nuestros servicios, ¡No dudes en contactarnos para más información!
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